PREGUNTA: USTED HA CREADO EL MÉTODO DE ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS A PARTIR DE ALGORITMOS BASADOS EN NÚMEROS, MÁS CONOCIDO COMO ABN. ¿PODRÍA EXPLICARNOS EN QUÉ CONSISTE EXACTAMENTE ESTE MÉTODO, CUÁNDO SURGIÓ Y CUÁLES SON SUS PRINCIPALES VENTAJAS?
RESPUESTA: La pegunta es muy amplia. ¿Qué es el método ABN? Pues no es fácil de explicar en pocas palabras. Supone una ruptura total respecto al método tradicional de cálculo: cambia la finalidad y las formas de abordar el cálculo, amén de basarse en una concepción diferente del desarrollo de las capacidades del niño. Busca el desarrollo del sentido numérico innato que el niño tiene. Para entenderlo mejor, podemos ver los contrastes con el método tradicional:
No se trata de que el niño aprenda a hacer cuentas, sino de que las herramientas matemáticas que se emplean en el cálculo ayuden a la formación de un pensamiento formal muy rico, y sean una pieza capital en la conformación de la competencia matemática de los niños.
El cálculo se aborda desde un planteamiento global, apoyado en el conocimiento profundo de la numeración, trabajando siempre con números completos y con sentido, no con cifras descontextualizadas. El reflejo más evidente de lo anterior es el cálculo de izquierda a derecha en todos los casos, y el poderoso cálculo mental que alcanzan los niños.
Los algoritmos usan formatos que permiten su adaptación a las capacidades y posibilidades de cada sujeto. No hay una única forma de abordarlos y solucionarlos, frente a la rigidez del cálculo tradicional.
A los cálculos, a sus reglas, a su abstracción e interiorización se llega desde abajo hacia arriba. Se va de lo fácil a lo difícil, de lo concreto a lo abstracto, en un proceso en el que la aparición de las dificultades está muy secuenciada y muy medida. Se trabajan unas matemáticas de la vida diaria, muy manipulativas, con material muy sencillo.
Otro rasgo muy importante es que promovemos aprendizajes conceptuales, no solo procedimentales, como en el cálculo tradicional. Los niños ABN entienden todo lo que hacen y por ello pueden explicarlo. Eso permite que aprendan mejor, aprendan más, aprendan antes y tarden más en olvidar. Y, claro, que resuelvan mucho mejor los problemas.
Y por último (pero no lo último), a los niños se les despierta la pasión y el gusto por las matemáticas. Suele pasar de la materia más temida y que genera actitudes más negativas, a ser la preferida.
¿Cuándo surge el método? En un libro publicado en el año 2000 aparecen los primeros formatos de los algoritmos ABN, si bien no empiezan a aplicarse hasta el curso 2008-2009, en un grupo de Primero de Primaria de un colegio de Cádiz. Ya en el curso siguiente son cuatro colegios y seis grupos los que empiezan con el método. Pero la gran explosión comienza en el curso 2010-2011, cuando los medios de comunicación se ocupan de él y comienzan a dar cuenta de sus resultados, que entonces aparecían como excelentes y casi imposibles. Este año es el noveno, el método ha saltado el océano, y más de doscientos mil niños trabajan la matemática de este nuevo modo.
¿Las ventajas del método? Pues creo que ya se han dicho. Lo que resume un poco muchas de ellas es el círculo virtuoso que se desarrolla: al niño le gustan las matemáticas, las practica mucho, cada vez lo hace mejor, aumenta su dedicación a las mismas, etc. ¿Qué más? Los niños adquieren un cálculo mental muy bueno (nos dicen que hacemos trampas y que lo que ven que hacen los niños está preparado), más que doblan la capacidad de resolución de problemas respecto a los del cálculo tradicional, suelen ir un año o dos por delante del que les corresponde, prácticamente todos superan con creces los niveles establecidos, por lo que, en cuanto a calificaciones, las matemáticas se convierten en una asignatura “María”… En fin, lo más clarificador es ver cómo trabajan los niños. Hay en la red ahora mismo más de dos mil vídeos.
PREGUNTA: DESDE SU EXPERIENCIA COMO PROFESOR Y, POSTERIORMENTE, COMO INSPECTOR DE EDUCACIÓN, ¿CUÁL ES SU VISIÓN SOBRE LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS EN NUESTRAS AULAS? ¿QUÉ DEBE MEJORARSE? ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS EN ESTE CAMPO?
RESPUESTA: Pues llevo más de 45 años trabajando y estudiando el fenómeno de la matemática escolar. Mi primer artículo lo publico en 1977, y el primer libro en 1984. Y he visto miles de aulas y miles de profesores trabajando. Como inspector he tenido facilidades para observar el desarrollo de las clases.
El problema fundamental (al menos en Primaria e Infantil) es la forma, el método de trabajo. Con el método de toda la vida se trabaja como en el siglo XIX. A los niños se les enseña de la misma manera que a Galdós o a Muñoz Seca. Es un disparate. Se sigue con un método obsoleto, que se cae de viejo, con el que se prepara a los niños para realizar unas operaciones de cálculo que jamás tendrán necesidad de aplicar…, que no les enseña a calcular ni a resolver problemas, con una tecnología (papel y lápiz) que posiblemente no exista cuando pasen treinta años. A la vez, las enormes potencialidades formativas del cálculo se dejan de lado. Para mí este es el problema fundamental. El desafío es tremendo, porque hay que cambiar la mentalidad, adquirir nuevas técnicas absolutamente diferentes, romper con rutinas y tradiciones de siglos… Y eso es muy complicado.
PREGUNTA: ¿QUÉ PUEDE APORTAR EL MÉTODO ABN A CADA UNA DE LAS ETAPAS EDUCATIVAS? ¿EN CUÁL CREE QUE ES MÁS NECESARIO?
RESPUESTA: El método ABN lo trabajamos en Educación Infantil y Primaria, si bien en los últimos cursos de Primaria los niños abordan, de manera empírica, no formal, contenidos propios de la ESO: iniciación al álgebra, polinomios y operaciones con los mismos, sucesiones, numeración en base distinta y operaciones, ecuaciones de primer grado, raíces cuadradas, etc. En todos los casos aporta lo mismo: una profunda comprensión de los procesos que desarrollan y la adquisición de habilidades mentales muy necesarias para la vida. Creo que sería necesario para todo el período de la primera educación y de la etapa obligatoria, por lo menos el tramo común de la misma. ¿Por qué? Pues porque va a ser el mínimo común denominador que en formación matemática va a tener toda la población española.
PREGUNTA: ¿CREE INDISPENSABLE LA IMPLANTACIÓN DEL MÉTODO ABN EN LA EDUCACIÓN? ¿CÓMO PODRÍA CONSEGUIRSE ESTO?
RESPUESTA: Yo creo que la pregunta ya está contestada. No es que lo crea, es que nos hemos puesto a ello desde hace años. Allá donde se ha aplicado el método (con un mínimo de competencia profesional, claro) ha cambiado por completo la situación. Así, en una primera aproximación, la información sobre el método, la difusión de sus logros, es muy importante. Son muchísimos los docentes que, cuando ven lo que hacen los niños, quieren que eso mismo se reproduzca en sus aulas. Que la gente conozca el método, que sepa de sus rendimientos y que tenga muestras abundantes de en qué consiste es un primer paso ineludible. El segundo es la formación. Para eso están los Centros del Profesorado, y en Andalucía y en casi toda España tenemos una magnífica red de centros de formación casi sin precedentes en el mundo. Hay herramientas. Nosotros, si contamos la asistencia de docentes a todos los cursos que se han dado, probablemente se hayan formado (o hayan asistido a actividades de formación) decenas de miles.
Piénsese que deben ser cerca de diez mil los docentes que trabajan ABN, que prácticamente el método es conocido por casi todos los profesores de España… Ha sido un trabajo muy duro, pero de una gran efectividad. No hay ahora mismo en España ni una sola Comunidad Autónoma que no tenga centros trabajando ABN. Y en América Latina, aun con presencia testimonial, lo trabajan en Méjico, El Salvador, Colombia, Perú, El Ecuador, Chile, Argentina y Uruguay.
PREGUNTA: FINALMENTE, HABLANDO DE EVALUACIÓN: ¿QUÉ HABRÍA QUE CAMBIAR EN LA EVALUACIÓN EN GENERAL Y, EN CONCRETO, EN LA EVALUACIÓN DE LA MATERIA DE MATEMÁTICAS? ¿CÓMO PODRÍA LLEVARSE A CABO ESTE CAMBIO?
RESPUESTA: Es que la evaluación es un término demasiado amplio. Nosotros, por ejemplo, tenemos un problema a la hora de contrastar resultados con los que no llevan ABN. O solo nos comparamos en los aspectos más superficiales, o no nos podemos comparar, porque las cuestiones en las que se ocupan nuestros alumnos son sencillamente desconocidas e irresolubles para los otros. Contamos, claro, con las evidencias empíricas, que no es poco.
Respecto a la evaluación, podemos referirnos a cosas muy diferentes. No es lo mismo establecer los procedimientos por los cuales comprobamos si los alumnos han adquirido o incorporado los contenidos propios del tema, o si el grupo ha rendido como se esperaba, o si el colegio obtiene buenos resultados y alcanza un grado de coordinación elevado en los contenidos que superan o sobrepasan el propio curso, o el grado de coordinación y continuidad del trabajo del colegio respecto al IES al que está adscrito, o, por no seguir, el funcionamiento general de los colegios o centros a la vista de los sumatorios de las anteriores evaluaciones.
Sin entrar en el primer caso, pienso que la coordinación entre docentes de cursos o grupos distintos deja bastante que desear, y que la presencia del maestro-isla es más frecuente de lo deseado. Puedo poner muchos ejemplos sangrantes de lo anterior. También veo que, por encima de las apariencias, la coordinación centro-instituto deja mucho que desear, y que hay un salto a peor en los resultados que obtienen los niños en la ESO que es difícil de explicar. Y en cuanto a la evaluación general, creo que está casi todo por hacer. Salvo los datos que se obtienen en las Pruebas de Diagnóstico, que tienen los límites que tienen y que podrían tener una explotación mayor, en el resto de los aspectos no se hace prácticamente nada. No es un tema fácil, tiene muchas implicaciones, proporciona a los políticos más incomodidades que ventajas…, en fin. Poco a poco se irán haciendo las cosas mejor.
En matemáticas, desde luego, hace falta una “auditoría” en condiciones. Es la materia que más se suspende, la que genera una actitud más negativa en el alumnado, la que hace una selección negativa de los estudios superiores (muchos no eligen la carrera o estudios que les gustarían, sino que escogen aquellos en los que no hay matemáticas). ¿Es un problema de la formación antes de la carrera? ¿Es un problema de la formación que se proporciona en la Universidad? ¿Cuántos docentes requieren una actualización? ¿Cuántos otros, por el contrario, están muy preparados y consiguen excelentes rendimiento? No se sabe nada o casi nada. Hay intuiciones, opiniones, pero pocos datos y escasas certezas.
Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/educacion/agaeve/enprimerapersona/jmm/enprimerapersona.html
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